lunes, 23 de mayo de 2011

Tengo la extraña necesidad de verte desde hace varios días, e intento encontrar excusas o casualidades en donde pueda verte aunque sea dos segundos, en un cruce de miradas, en donde yo te mire y luego pueda seguir caminando tranquila y vos me vuelvas a mirar de reojo para ver si realmente estás viendo a quien crees ver, para que te des cuenta de que sí, existí y sigo existiendo. No entiendo a las personas con grandes demostraciones de estados de ciclotimia y me cuesta entenderme a mí ahora mismo, y me encuentro preguntándome más de una vez ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que todos estos pensamientos que giran y dan vueltas y vueltas en mi cabeza se acaben? ¿Cuántas situaciones tengo que recordar para entender que no tuviste la suficiente valentía para decirme a tiempo lo que realmente sentías? ¿Realmente lo que quiero es creer que fuiste extremadamente cobarde y no te atreviste a jugártela por mí? Quizá tenga que aceptar algunos otros comentarios que pueden ser mucho más dolorosos pero en ciertos momentos parecen ser más veraces, más reales, más certeros... que me usaste y te aburriste, suena horrible, y no quiero creer que así fue y es por eso que todavía tengo mis sacudidas internas, esas revoluciones en mi cabeza que no me permiten irme a dormir sin haber pensado primero en un porqué. Basta, necesito un límite, no puedo permitirle a los demás tener que bancarme todo el tiempo con este tipo de situaciones, y tampoco tengo que dejarme a mí misma malgastar el tiempo de esta forma. Hay cosas, que no tienen un porqué, no debería ser tan difícil de comprender, me creo una persona lo suficientemente inteligente para hacerlo, pero sin embargo me falta fuerza, más de una vez simulo tener una coraza, pero no la hay, más de una vez mi debilidad sale a la luz y yo sigo queriéndola ocultar como si nada. Y por más que intente no buscarle una explicación, no puedo evitarlo, necesito que me digas vos mismo, con tus palabras, frente a mi persona, el porqué de tus histerias (que ahora provocan las mías, más allá de esos cambios hormonales que muchos conocen como Andrés; para colmo un nombre masculino, como si con los hombres no tuviese ya demasiado), explicame por favor lo antes posible porqué hiciste lo que hiciste, porqué me dijiste una cosa y a los dos días dejaste de hablarme, explicame en qué momento dejé de existir para vos, estoy segura de que si recibo esa información, mi histeria claramente va a irse y puede que venga un estado de tristeza momentánea, pero que va a irse, porque no hay mal que dure cien años ni idiota que lo soporte.

1 comentario:

cualquier color que te guste. dijo...

creo que esa frase es mi frase de cabecera. Para todo.

Y sí, por qué nos hacemos tanto la cabeza? Capaz idealizamos mucho las cosas, o nos ilusionamos de más. A veces hay gente que no lo vale ni un poco. A mirar para otro lado !