jueves, 10 de noviembre de 2011

Creo que no voy a ir al colegio, me duele la panza y Fassio no me incentiva a no perder las pocas faltas que me quedan para usar. Listo, acabo de decidir que mi dolor de panza y la profesora de Cómputos y Presupuestos no se llevan bien, por ende me levanté temprano sólo para desayunar y en un rato me voy a la cama de nuevo, hasta el mediodía. 
Últimamente estoy muy feliz, hace una semana que estoy de novia después de tres años de estar soltera (léase soltera y no sola). Mi buen humor este último tiempo es muy notorio, me dan ganas de bailar y cantar en cualquier momento, al punto de parecer que tengo una sobredosis de hiperactividad. Pero hay algo que me está carcomiendo la cabeza y no puedo dejar de pensar en motivos y miles de porqué. Hasta hace un par de meses Ale era mi mejor amigo, me contaba absolutamente todo, hasta cosas que quizá no debería contarme ya sea porque son secretos o porque forman parte de su intimidad; de repente no me habla, apenas me saluda y si me manda un mensaje o acude a mí es por una pregunta sobre el colegio o asistencia a X lugar. Siento que me ignora, que hice algo mal (no sé qué) y que por eso ya no me dirige la palabra. Más de una persona me dijo que eran celos, pero sigo sin ver las razones para que ese fuese el motivo. Soy de las personas que pone la amistad ante un 95% de las cosas. Siempre estoy dispuesta para ayudar y hacerle compañía a los demás, en cualquier situación, y estoy segura de que todos mis amigos pueden afirmar que eso es cierto. No me sale decirle que no a alguien cuando sé que puedo hacerlo, aunque esto después me quite tiempo a mí para hacer mis cosas. Desde hacer la mayor parte de un trabajo que es grupal, hasta acompañar a alguien a determinada localidad sólo porque quiere compañía, aunque después tenga que volverme sola a mi casa en una hora de viaje en colectivo; desde quedarme despierta escuchando a alguien aunque al día siguiente tenga que levantarme muy temprano y eso implique dormir pocas horas, hasta salir en una murga bailando con sombrilla (que es algo que definitivamente sólo hice porque quiero mucho a esa persona y daría cualquier cosa por verla sonreír, claramente no lo hice por gusto personal). Ejemplos tengo más de uno pero la idea no es victimizarme, sólo necesito que a veces alguien se ponga en mi lugar cuando digo 'basta, hoy es un día en que quiero tomarme tiempo para hacer mis cosas' y que nadie me reproche; eso, eso es lo que me molesta, que me reprochen cuando tomo el 5% restante de las situaciones para pensar un poco en mí. Nada de lo que hago es con el fin de 'doy para recibir', por el contrario si bien me gusta recibir algo de lo que doy, la intención sólo es ayudar al otro por placer, porque ver feliz a alguien que quiero me llena el alma. Entonces vuelvo a aquello que me angustia (e intenta opacar la felicidad que siento últimamente), porqué Ale dejó de hablarme, porqué me ignora y ya no confía en mí para contarme sus cosas, porqué ya no me saluda con un abrazo o me manda un mensaje que dice 'mañana hacés algo? vamos a Starbucks? :)'. Extraño eso, no sé dónde quedó, no sé en qué momento dejó de suceder, y menos que menos los porqué. Estoy segura de que no hice algo malo, pero supongo que sí tiene que haber algo que le haya molestado para que de repente de ser su mejor amiga pasé a ser una simple compañera de curso. Y me molesta, sí. Me enoja, me embronca y me carcome la cabeza, pero por sobretodo eso, me entristece, mucho.

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