jueves, 16 de junio de 2011

La única palabra que no puede dejar de dar vueltas en mi cabeza continuamente es 'Junio'. Junio de acá, Junio de allá. Hace mucho tiempo, quizá no tanto, (es relativo dependiendo del punto de vista de cada uno) hice dos afirmaciones, la primera fue 'en Septiembre me voy a Bariloche, así que si para Junio estoy soltera, continúo soltera para Bariloche, puedo hacer la mía sin dar explicaciones, y si bien me encantaría estar con alguien sé que el tener a alguien a tanta distancia me impediría disfrutar a pleno esos diez perfectos días'; la segunda afirmación fue en un estado de extrema felicidad, en donde creía que nada podía ser mejor (tenía a mis amigas conmigo, tanto en las buenas como en las malas, y al chico del cual estuve enamorada muchísimo tiempo, diciéndome que se la jugaba por mí esta vez definitivamente), lo que me llevó a decir 'dale, nos vamos un finde largo a Junín como vos siempre quisiste, vos y yo, solos'. Claramente, transcurrieron ya dieciseis días del corriente mes, (bendito Junio) y como la mayoría sabrá no se cumplieron las dos afirmaciones, y aunque me hubiese encantado que la segunda haya tenido efecto, claramente sólo sucedió la primera. 

No hay comentarios: