viernes, 6 de mayo de 2011

Durante la semana creo que pasé por estados anímicos totalmente diferentes por lo que llego a la conclusión de que a veces me considero bipolar, no en el modo estricto de lo que la palabra significa, pero al menos metafóricamente hablando. Y creo que de los cinco días de la semana que transcurrieron, en cuatro de ellos me surgieron unas ganas considerables de descargarme en el blog, pero como no tuve tiempo me descargo ahora pero de forma más general ya que los detalles no los recuerdo en su totalidad. Los primeros días sentí una total indignación, sobretodo el Lunes que fue el acto por el Día del Trabajador, ver que un 80% del alumnado no cantaba el himno nacional, qué vergüenza, ¿acaso no se sienten dignos de ser argentinos? ¿No tienen un mínimo sentido de pertenencia por el país que les da un hogar, un sitio donde vivir y alimentarse, tener una vida, estudios y demás? A su vez me doy cuenta de que en este país parece más importante la final de Gran Hermano o lo que sucede en el exterior, ya sea la boda real del príncipe de Inglaterra o la supuesta muerte de Bin Laden (vamos che, ¿me van a decir que se creen eso? No sé ustedes, pero yo no). Mientras los noticieros pasaban esas noticias que parecían sumamente importantes, en cuatro estaciones de trenes de Buenos Aires (sí, nada de Europa o Estados Unidos) eran quemados once vagones de este tipo de transporte. Como para no sentirme indignada. En cuanto a susceptibilidad, se me está yendo de las manos, todo lo que me dicen me afecta, no logro mantenerme en perfecto equilibrio como suelo hacerlo, ya que tengo un control bastante importante de mis reacciones, pero estoy definitivamente muy sensible. De repente me surge la necesidad de un abrazo, de un par de palabras que me digan que todo está bien, y ¿qué recibo? Todo lo contrario, palabras de rechazo, de reproches (¡con lo que detesto los reproches!). Al mismo tiempo siguen estando esas personas que me hacen sentir excelente haga lo que haga, porque me demuestran que no importa qué suceda, tarde o temprano todo problema desaparece (y tengo total fe de que eso es cierto, la señorita Ailin positividad no te lo va a negar claro está). ¡Quiero un novio! Alguien que me entienda y que me acepte por lo que soy, alguien que tenga las agallas para hacerse cargo de lo que siente, no está mal sentir amor por alguien, tan difícil no es de entender. Estoy harta de la cobardía, últimamente los hombres me demostraron que son sumamente cobardes, y realmente me decepciona esa situación, me pone mal. Es increíble como las personas crecen, de repente mis primos dejan de ser pequeños y me muestran una imagen de persona más adulta más allá de todas las cosas que la adolescencia les produce, tienen contestaciones y formas de actuar que me sorprenden y me hacen sentir sumamente orgullosa. Ok, ya dejó de tener sentido o al menos coherencia, las oraciones no se relacionan entre sí y debería haber puntos aparte, pero no tengo ganas de editar, sólo voy a agregar una cosa, si bien estoy extremadamente susceptible y tengo altibajos todo el tiempo con mis estados de ánimo, rescato que gracias a mis amigos existo y les debo lo que soy, no podría conmigo misma sin cada uno de ellos, me sacan mil y un sonrisas.

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