Y mañana es Navidad, algunos piensan que es otro día más, otros lo ven como un día especial en cuanto a su religión, pero en mi caso, Navidad es un día de felicidad que se pasa en familia, todos se reúnen en una casa y a las doce el famoso brindis, las típicas comidas ricas, como confites y turrones, garrapiñadas y ese estilo de cosas. Y luego del brindis salir al jardín, al patio, a la terraza, al balcón, a la calle; y ver los fuegos artificiales y la sonrisa en los más chicos y el entusiasmo en los más grandes. Y más tarde Papá Noel, la cara de los más chiquitos se ilumina, los ojos les brillan y su sonrisa es de oreja a oreja, todos esperando la llegada de aquel hombre que según la historia, lleva un traje rojo y una larga barba blanca y trae regalos a los niños. Y si, es un día más, pero si que vale la pena vivirlo.
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